martes, 15 de marzo de 2011
El Negrito Coshabuena,personaje tradicional del distrito de Uchucmarca.
Autores:Ramiro Sánchez Navarro y Francisco Mestanza Navarro.
A los pocos momentos de haber abandonado el altar las Pachacas, hace su ingreso el Negro en compañía de su propio cajero y flautista a la vez.
Lleno de recogimiento este pintoresco personaje se prosterna ante el altar, pero solo colocando su rodilla derecha en el suelo, en tanto que la pierna izquierda la mantiene en cuclillas y es allí donde recae casi todo el peso de su cuerpo.
Lleno de unción y recogimiento ora por algunos minutos, otro tanto hace el músico, pero éste de pie, con la cabeza gacha y con el sombrero en el pecho. Concluido el momento de la oración, ambos se alistan para cumplir con sus papeles respectivos. El músico empieza a tocar la caja y la flauta, y el Negro se dispone a bailar. Este es un personaje alegre y dicharachero, con aires de galante y espíritu caballeresco. Viste de terno marrón, azul o negro. Se cubre también el rostro con un velo transparente o una máscara negra, calza polainas o escarpines negros o marrones, a la usanza de otros tiempos. Asimismo lleva en la cabeza un casco de corcho color manteca, a lo safari y algunas veces lleva anteojos. En la diestra porta un pequeño maletín negro o marrón, en el cual, según afirma, trae el chuchuhuasi y otras bebidas o medicamentos. El negrito coshabuena, como burlonamente lo llamamos, encarna a los galenos o doctores de la época colonial, que visitaban los pueblos con sus medicamentos y como fieles devotos de San Francisco de Asís, se hacen presentes ante los altares en honor al santo con sus jocosos cánticos y baile peculiar. Del bolsillo de su pantalón o de su saco y ante los asistentes, extrae una botella o porongo pequeño con la tradicional bebida de la zona, que es la chicha o puede ser asimismo cañazo o anisado, pero que él la llama chuchuhuasi. Alabando su "extraña" bebida simula beberla con sumo agrado paladeándola y saboreándola, y relamiéndose con lo que estimula el apetito le los demás por participar de ella igualmente. Algunas veces invita a compartir de su botella o porongo, á algún parroquiano. Cuando éste se dispone a beber, el "negrito coshabuena”, súbitamente alarmado ante el temor que se le acabe el chuchusuasi, inmediatamente lo retira de los labios de su invitado, dejándolo con las ganas de beber, con la miel en la boca como se suele decir y con lo que despierta la hilaridad, las risas y carcajadas de los concurrentes. En tono jaranero dice en sus versos que viene del oriente. Es decir de la selva:
"Desde lejos he venido, guangarin, cruzando ríos y mares, guangarin, me gusta las cosas buenas, guangarin, negrito coshabuenita, guangarin"
Para bailar y orar deja el maletincito de marras en el suelo, el cual recoge al momento de irse. Baila muy bonito,con mucha elegancia y es muy enamorador y mujeriego. Le gusta siempre sacar a bailar a las mujeres más bonitas. No sólo les regala sus extraños cánticos al público, sino también algunas sorpresas, como animales de juguete o de verdad, que dan miedo.Estas pueden ser culebras, lagartijas, etc.
El negrito “coshita buena”, en su comportamiento, es todo lo contrario al de las pachacas, pues si ellas son severas y rectas, imponiendo un estricto silencio; él, en cambio, sabe inspirar confianza y alegría entre los presentes.
La danza de las pachacas como la del Negrito Coshabuena son productos de un sincretismo cultural, es decir una mezcla de elementos culturales hispanos y autóctonos, propios de la región.
Comentario: Cuando yo era muchacho aún siempre solia ir a ver las Pachacas y los Negritos en la casa de doña Carolina Sagástegui, o en la de mi tia Flavia Mori o en la casa de don Francisco Sagástegui(R.S.N.)
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